Ha causado sensación… Hablo del nuevo spot de Dove, Real Beauty Sketches, que está enmarcado en la campaña que comenzó en 2004 la casa de cremas y jabones estadounidense del grupo Unilever.
Pero, ¿qué tiene que ver Dove con un consultor de comunicación? Dove contrató a un retratista del FBI -un dibujante que el FBI usa para realizar los «identikit» de delincuentes y terroristas sobre la base de las descripciones dadas por los testigos-. Haciendo un paralelismo, podríamos decir que las empresas contratan a los consultores de comunicación para que radiografíen su compañía y les sugieran mejoras, e incluso les ayuden a ponerlas en práctica.
Bastantes empresarios -desanimados con la situación de sus empresas- cuentan de carrerilla todos los problemas y defectos de su compañía, y no perciben el potencial real que atesoran. Y frecuentemente, tras varias conversaciones con un consultor, con mucha investigación y planificación, descubren un nicho de mercado nuevo, o perciben cómo pueden pulir su estrategia, etc.
Igual que el retratista del FBI es capaz de hacer un retrato a las mujeres con la descripción que de ella hacen otras mujeres, y otro con la descripción de la protagonista, el consultor dibuja un retrato según la conversación con el empresario y otro con su experiencia más los datos y opiniones externas.
Me parece que la tarea fundamental del consultor de comunicación es mirar con objetividad las capacidades de cada cliente. La diferencia entre una empresa mediocre y otra «memorable» está a veces en pequeñas cosas: en potenciar las capacidades que tienen esas empresas o en cuidar los detalles de su trabajo, en plantearse nuevos retos y en escuchar a la gente de dentro y fuera de su compañía.
Para ser capaces de ayudar de esta manera, pienso que es fundamental basar los consejos en unainvestigación profunda tanto de la compañía como de su mercado; en una curiosidad constante por advertir los cambios culturales de la sociedad, y en trabajar mucho las propuestas para que se adapten a la realidad presente -la situación actual del producto y la empresa-, señalando de forma coherente y exigente el objetivo que deben alcanzar.
Nota: Aunque daría para otro artículo, me parece que la campaña de Dove es sencillamente espectacular. Conecta una sensación extendida -la baja autoestima de algunas mujeres respecto a su belleza-, con la ilusión de ser percibidas y valorarse de forma positiva. Su lema: «Imagina un mundo donde la belleza es una fuente de confianza, no de ansiedad«. Un 10.