El branded content permite que
te perciban de una forma original.

«El Corte Inglés estrena la primera webserie ambientada en unos probadores«, «Telefónica se suma a la moda de las webseries con Are you App?» Las empresas españolas están, por fin, adentrándose en el branded content (contenido vinculado a la marca). 


¿Qué es eso?, puede preguntar alguno. Básicamente, como explica Gabriel Olamendi: «Es cualquier contenido de entretenimiento, información o educación pagado por el anunciante con el propósito de reflejar dentro del contenido los valores ideales de la marca».

Este tipo de comunicación ha saltado al estrellato gracias a Red Bull, con Red Bull Stratos (sí, sí, lo de Felix Baumgartner, el hombre que saltó desde 39.000 metros). Algunas marcas lo están haciendo muy bien, y otras… están aprendiendo, porque no todo es branded content…

Al menos, parece que está más cerca de la extinción la publicidad de pelea de niños, en la que «mi detergente lava más blanco que el tuyo», que popularizó Martes y Trece.


Pero, ¿qué tiene de novedoso el branded content?, ¿es tan original? 


En mi opinión, al crear un contenido que no es directamente publicitario:

a) Dejas de comunicar lo obvio, y te obliga a pensar en los valores que realmente posees, aunque sea de forma colateral;


b) Al ser otros los que hablan de ti, tu producto o servicio obtiene una mayor credibilidad;


c) Fijaos en el caso más original que he visto (gracias al «descubridor» Juan Boronat): el caso de ‘Followfish‘, una empresa de conservas de pescado, que han conseguido vincular, de una forma emocional, la música y las latas de conserva. Me parece una estrategia -en su caso no me imagino muchas- de crear un contenido relevante y atractivo.



En las próximas semanas espero escribir sobre cómo crear una estrategia de branded content y qué se debe tener en cuenta para acertar en la producción y difusión del contenido.