1. La reputación es algo que nos otorgan los ciudadanos.
2. Para conseguir un objetivo común…
Es evidente que el objetivo de cualquier empresa es… vender. La comunicación o la publicidad no es una cortina de humo para justificar la actividad empresarial. Que el objetivo sea vender no anula la obligación de hacer «algo más». Y ese algo más es el requisito que exigen los consumidores. Por tanto, se trata de participar con los usarios en las plataformas en las que otorgan la reputación y permiten la actividad económica que sea… con sus reglas.
El transmedia es una forma de contar historias de forma participativa, emocionante. Historias con ideas, con sentimientos. Coca-Cola habla de felicidad e Ikea de independencia: el transmedia no es hablar de productos o de servicios, sino de los motivos profundos que arrastra nuestra empresa, que son compartidos por las personas.
3. ¿Y ahora qué?
a) Cada empresa e institución tiene que pensar cuál es su historia, su mensaje, su idea que pueda ser compartida, mejorada y desarrollada por la gente. Ahí arranca esta nueva forma de contar las cosas.
b) Una vez que lo sepamos, habrá que investigar en qué plataformas se mueven nuestros usuarios. Gracias a Mara Balestrini, descubro este corto producido por Nick dut Nik y con entrevistas a Ian Ginn y Lance Weiler, que explica bien, entre otras cosas, el desarrollo de la comunicación transmedia.
c) Después habrá que lanzar la idea -o participar en alguna que ya esté en marcha-. No siempre el objetivo es que el público participe de forma activa. Unos buenos objetivos facilitarán saber qué puntos de conexión debemos establecer entre la empresa y el público. Y a partir de ahí… a conversar y actuar hasta que la historia se desarrolle por su cuenta.