«Don Alfonso», con uno de sus gestos característicos.
Hoy se cumplen dos años del fallecimiento de «Don Alfonso», como nos dirigíamos a Alfonso Nieto Tamargo, y a quien debo mucho a pesar de que no me dio clase de Empresa Informativa, que me impartía Alfonso Sánchez-Tabernero. 
Fue catedrático de Empresa Informativa, rector de la Universidad de Navarra entre 1979 y 1991, e impulsor de los estudios de periodismo en España.
En el discurso de investidura como doctor honoris causa de la Universidad Austral, Argentina (2002), dijo unas palabras que luego he pensado varias veces, y que siempre me han dejado pensativo: “En época no lejana se calificó a la prensa de cuarto poder; actualmente el poder de comunicar es poder cero. En ocasiones, ese poder domina sobre los que dominan, decide sobre los que deciden, juzga a los que juzgan, crea modas y las destruye; de hecho, está en la raíz de otros poderes. Otras veces, el poder cero alcanza su máxima nobleza y es poder para servir a quienes no tienen poder, para procurar el bien común, para desvelar injusticias que, de otro modo, quedarían ocultas”.  
Les dejo con el homenaje de la revista Nuestro Tiempo, en el que escriben varios de sus discípulos, y un vídeo en el que explica la comunicación de una manera magistral.